ENCUENTRO EN BULEVAR RESALTÓ PRESENCIA DE 900.000 AFRODESCENDIENTES EN CALI- VALLE DEL CAUCA-COLOMBIA, LA CONMEMORACIÓN CONTINÚA.
Los tambores y cánticos con ancestros africanos alegraron el centro de Cali. No fueron tantos los músicos como se anunció, pero los pocos que estuvieron bastaron para que las caderas de las mujeres negras se contonearan y más de uno siguiera el ritmo.
Ahí estuvo Shabaka Osakue, con su traje kenté que, cuenta, es originario de Ghana, “usado por los reyes, no aquellos de la tradición europea sino de quienes están al frente de sus comunidades en África».
Este hombre que por años se sometió a un riguroso trámite para cambiar el nombre de Wilder Salazar Largacha por el de Shabaka Osakue con el que busca acentuar sus raíces africanas, es uno de los disfrutó del encuentro cultural en el bulevar de la Avenida Colombia.
Fue el punto de encuentro con ocasión de los 164 años de la abolición de la esclavitud y del inicio del Decenio Internacional de los Afrodescendientes decretado por la ONU.
«Con el sonido de los tambores vibra nuestro corazón, nos conectarnos con nuestras raíces, es regresar a lo nuestro» expresa Shabaka sobre el evento en Cali, la ciudad con mayor población afrodescendiente de Colombia y la segunda en Latinoamérica.
Entre quienes alegraron a los visitantes estuvo Ezequiel Sinisterra, a quien el gusto por los tambores y sonidos del Pacífico le viene de su bisabuelo con sus cantos a orillas del río Timbiquí. “Con la música acentuamos nuestra identidad”, resalta.
Tanto Shabaka como Ezequiel resaltan los avances en igualdad y reconocimiento para los afro en Cali, aunque señalan que hay rezagos por superar.
En el evento se socializo el decreto del Decenio Internacional de los Afrodescendientes la ONU busca que se corrija una deuda histórica con este sector de la población. Expresa que es un objetivo en el que la ciudad hace su trabajo “para el desarrollo de la población afrodescendiente en condiciones de igualdad y equidad, con una alta inversión a través de los TIOS en los sectores con marcada presencia afro como son las comunas 6, 11, 12, 13, 14, 15, 16 y 21”.
La violencia de los últimos años en el Pacífico y difíciles condiciones económicas y de oportunidades hizo que aumentara el desplazamiento desde dicha región. Familias enteras escogieron a Cali como destino. La mayoría se asienta en el Distrito en precarias condiciones.
Buenaventura, Candelaria, Florida, Jamundí, Vijes y Palmira hacen parte de los municipios del Valle con alta población afro.
“El último censo del Dane habla de que en Cali un 28 por ciento de la población se reconoce como afrodescendiente, pero se estima que es mucho más alto, unos 900.000 habitantes. Es visible su influencia en la vida de la ciudad”, expresa.
La secretaria de cultura de Cali, María Helena Quiñonez, resalta que la influencia afrodescendiente en la ciudad se refleja en todas las manifestaciones de la cultura, la economía, educación, la ciencia y todas las profesiones.
El Festival del Petronio Álvarez, encuentros gastronómicos del Pacífico y muestras artísticas hacen parte de los eventos que marcan la presencia de esta comunidad en la ciudad.
Otro punto de encuentro fue el Centro Cultural de Cali, donde los visitantes se encontraron con las cuatro estaciones, montaje que resaltó el protagonismo de la raza negra en el país. La primera fue ‘El legado de Manuel Saturio Valencia’, mártir de la lucha racial; ‘Se lee y canta al Pacífico’, la tercera ‘Cantando te siento, bailando te leo’ narraciones sobre la vida y obra del grupo musical Socavón y Totó la Mompoxina y la cuarta ‘Los colores del Palenque’, con producciones visuales de Ana Mercedes.
ASOMECOS AFRO.