HOSPITAL DE SEGUNDO NIVEL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER SE QUEDÓ SIN MÉDICOS.
“La gerencia propició un colapso absurdo del servicio de urgencias para el norte del Cauca”: médico Javier Mauricio Bonilla.
Siete médicos rurales deben hacer el trabajo de 24 médicos contratados que renunciaron masivamente.
“No pedimos más salario, ni más médicos, ni más auxiliares, pedimos que no se congestione más el servicio de urgencias limitando las condiciones de trabajo”: médicos dimitentes.
“Todos los cambios que quieren implementar perjudican es a la comunidad. Si ha sido difícil desarrollar las actividades médicas en las condiciones anteriores, ahora será imposible…”
“Estamos esperando respuesta de la gerencia del hospital, no sabemos hasta dónde van a llevar el caos en la institución…”
El servicio de urgencias no ha crecido al mismo ritmo de la demanda gradual que exige el norte del Cauca.
Ahora, 7 médicos deben hacer el trabajo de 24 médicos contratados que renunciaron masivamente.
Ante la intransigente posición con respecto a las peticiones de mejoramiento de los servicios asistenciales que había venido proponiendo la planta médica del Hospital Francisco de Paula Santander, y la grave crisis financiera que hace inviable a la institución, más de 20 médicos decidieron renunciar en carta que le presentaron al gerente de la institución el día miércoles 2 de marzo, médico Orlan Mina Vergara, lo cual empeora de manera alarmante la atención en salud que debe prestar el principal hospital que tiene el norte del Cauca.
Los dimitentes, que son médicos generales de los servicios de hospitalización adultos, ginecología y obstetricia, hospitalización pediatría y urgencias generales consideraron no firmar un nuevo contrato “ante el deterioro de las condiciones que afectan directamente la atención en los servicios cuyas consecuencias pueden ser nocivas para el personal asistencial que en últimas es quien le pone el pecho al servicio”.
En la citada comunicación, la planta de médicos sostiene que “con las condiciones que propone el hospital quedamos expuestos a riesgos éticos, penales, ergonómicos, psicológicos y físicos (procesos disciplinarios, demandas, enfermedades, infección etc.) y que no ofrecen las garantías mínimas para el ejercicio medico con calidad”.
Los 20 médicos que se niegan voluntariamente a seguir laborando en la institución hospitalaria expusieron desde el día 25 de febrero del presente año los inconvenientes de ejecutar algunos ajustes propuestos por la gerencia de la institución, los cuales no fueron tenidos en cuenta.
Las decisiones que presionaron la renuncia masiva, según la carta de los médicos, son las siguientes:
“Las contrataciones a través de intermediarios, prohibidas por la ley para los empleos misionales.
El no reconocer los parafiscales y obligaciones contractuales generadas en las contrataciones por OPS, que en su contenido son contratos de realidad.
El tratar de direccionarnos a vincularnos a una empresa de servicios temporales, la cual NO puede ofrecer personal para empleos misionales como está constituido en la ley.
Las medidas lesivas de adecuación de la planta física, disminuyendo la vía de tránsito intrainstitucional de las camillas con pacientes heridos para el servicio de radiología.
La adecuación de un espacio que evita el normal flujo de aire y luz natural so pretexto de instalar una sala de servicios que el hospital no ofrece.
El cierre del servicio de observación de pediatría donde al parecer no se percató en sus estudios y análisis previos cuales iban a ser los costos de apertura y mantenimiento, argumento que se esgrime ahora como justificación para su clausura, obligando así a que ante la gran demanda de pacientes pediátricos nos veamos obligados a acomodarlos donde se pueda, mezclados en muchas ocasiones con pacientes adultos en un servicio que se caracteriza por la alta congestión.
El empeoramiento en la seguridad y en la calidad laboral del talento humano asistencial misional con las medidas anunciadas como lo es el alto volumen de pacientes consultantes al servicio de urgencias, resultado de la clasificación en el TRIAGE a cargo de enfermeros profesionales cuya formación no permite que hagan un verdadero TRIAGE que involucre los demás actores del sistema integral de la salud como lo son los niveles I de atención con los que cuentan las distintas EPS del municipio.
Las medidas que van en contra de la calidad laboral de los médicos del servicio de hospitalización y de ginecología en los cuales no tienen ni siquiera un fin de semana libre al mes por que deben cubrir dichas fechas debido a los ajustes con el personal asistencial de planta.
Y muchas otras de menor incidencia pero no menos importantes, y ante la no voluntad por parte de la administración de buscar en conjunto con el personal asistencial basándose en estudios científicos, análisis estadísticos comparados, analizados y verificados con el personal que día a día se enfrenta a la dinámica del servicio, a través de mesas de trabajo retroalimentadoras”.
POR: www.proclamadelcauca.com