Se trata de Hugo Candelario González, Nidia Góngora, Alexis Play y Paula Moreno.
‘Hay una rabia acumulada y una gran impotencia’: Hugo Candelario González
Hugo Candelario González, originario de Guapi, Cauca, heredero de la tradición de la marimba de chonta y músico de academia.
Aunque Hugo Candelario González, marimbero mayor (es considerado uno de los herederos del fallecido maestro Gualajo) prefiere la música para mostrar y contar lo bonito que es su Pacífico y narrar su cultura, y esa ha sido su filosofía, “hoy estamos ante una coyuntura fuerte, hay que amarrarse los pantalones y reaccionar”, dice.
Se va, inicialmente, a lo que le sucedió a George Floyd, el afroestadounidense que murió luego de que un policía le puso, durante más de ocho minutos, su pierna en el cuello, “y eso me generó dolor, impotencia, compasión, rabia y frustración por esa actitud arrogante, colonialista y racista de ese policía, y lo preocupa a uno esa mentalidad neonazi que marca un punto muy fuerte”.
Acto seguido aterriza en su Pacífico, “porque esto que sucedió en Estados Unidos está desnudando años de racismo y abandono con esta región y su gente, con una población afro en su mayoría, pero también con las comunidades indígenas, con la gente de las periferias. Y todo eso tiene que ver con un gen colonizador, atropellador, arrogante, inhumano de muchas personas que por ser de otra raza se sienten superiores”, manifiesta González, originario de Guapi, Cauca.
Incluso se va más lejos en la historia y recuerda que los nazis quisieron acabar con los judíos solo por sentirse superiores.
González piensa que este es un buen momento para generar acciones en contra del racismo en el país, pues “hay una rabia acumulada por siglos y también, una gran impotencia, y a eso se suma que en las actuales circunstancias no hay salud ni trabajo, la gente no tiene recursos y pasa hambre y frío. Es necesario actuar”.‘Somos un pueblo en un abandono sistemático’: Nidia Góngora
Nidia Góngora es cantadora tradicional del Pacífico y gestora cultural, una mujer que siempre está ayudando a las comunidades de esta región y especialmente a las de Timbiquí, Cauca, donde nació.
En medio de todo lo que hace, ha criado a sus hijos en el amor y el respeto por ellos, los demás y por las diferencias, recalcándoles que todos tenemos derechos, “pero les he dicho que si alguien los maltrata, no se dejen porque el problema es de la casa de la que salieron los agresores, donde no hacen bien el trabajo, y también es un problema de educación”.
Para Góngora, el racismo es estructural “y el abandono del pueblo negro tiene que ver con esas estructuras políticas y sociales mal construidas desde el Estado; aquí, los gobernantes no han querido asumir su responsabilidad. Este no solo es un país racista, sino clasista. El abandono con nosotros es sistemático”, agrega.
Su raza, además, “ha ayudado a construir este país entero. Todos mis antepasados criaron y educaron a sus hijos para que ayudaran, construyeran ciudades y generaran progreso”.
Y dice que es muy triste que Colombia sea tan racista, “más aún tratándose de un país pluriétnico, donde todos hemos aportado a la historia, donde nosotros hacemos parte del desarrollo. Y no es por resentimiento que reclamamos nuestros derechos, es porque los tenemos. Para estar en la estructura no hay que justificar que estamos preparados, es que lo merecemos, como todos”, sigue.
En ese Pacífico hermoso, del que viene, además, “nos han enseñado el respeto por el otro y a convivir con los demás y con la naturaleza, por eso es tan difícil llegar a las grandes ciudades, donde todos hemos sufrido discriminación”.
Góngora dice que la ira y la rabia de su gente son justificadas. Por eso, a raíz de lo que está sucediendo hoy en el mundo, espera en Colombia un gran cambio.‘Llevamos siglos lidiando con el tema de los abusos’: Alexis Play
Alexis Play, cantante chocoano, hace ‘hip hop’ con percusión chocoana. Tiene canciones contestatarias y participado en los paros del Pacífico.Foto:
CORTESÍA DEL ARTISTA
Alexis Play es más que una voz musical del Pacífico norte de Colombia. Originario de Quibdó, la mayoría de sus canciones cuestionan el abandono que su raza ha tenido en el país, el olvido estatal y la falta de recursos y oportunidades, que se reflejan en composiciones suyas como Polka, Salte y Lírica satírica, entre otras, y en un compromiso de apoyar las marchas que se hacen en su región.
“Hemos tenido un exceso de lo mismo por siglos, y la gente ya no puede más, pero lo peor es que hay quienes dicen que esas personas que sufren masacres y desplazamientos forzados en el Pacífico son exageradas, porque nunca han mirado para acá como debe ser”, dice.
El racismo que hay en el país, agrega, “es un tema de educación. Hemos insistido en las cátedras de educación porque ese racismo crece en las familias, donde se oyen apreciaciones como que el pelo nuestro es malo o donde cosifican lo afro. Tenemos una sociedad enferma, y pasa el tiempo y nadie atiende eso”.
Se refiere además a ese trato diferencial para lo malo que hay para con su raza, en “aspectos como que si un negro entra a un supermercado hay que echarle el ojo, porque no se sabe”.
Puede haber mucho simbolismo en los mensajes en las redes, mucha unión ahora, pero es necesario tener cuidado con eso también… pero aquí se necesita un trabajo más grande y comprometido.
La muerte de George Floyd fue la gota que le faltaba al vaso entre los afroestadounidenses, dice, en un país en el que supuestamente hay oportunidades para todos, pero donde muchos de los muertos por covid-19 son de raza negra y no han alcanzado todos los logros en salud y educación.
“Puede haber mucho simbolismo en los mensajes en las redes, mucha unión ahora, pero es necesario tener cuidado con eso también. Si sirve para educar y para que la gente se acerque al grave problema del racismo, me parece muy bien, pero aquí se necesita un trabajo más grande y comprometido”, agrega.‘Hay que luchar en contra del racismo estructural’: Paula Marcela Moreno
Paula Moreno fue ministra de Cultura, la primera afro en llegar a un cargo ministerial. Hoy preside Manos Visibles.Foto:
Paula Marcela Moreno, exministra de Cultura y presidenta de la organización Manos Visibles, que apoya la formación de líderes jóvenes del Pacífico colombiano, entre otros, ratifica lo que ha dicho últimamente en sus columnas y en otros espacios: “El ‘no puedo respirar’ de George Floyd se ve aquí a diario”.
Para Moreno, “no es coincidencia que dos regiones muy afectadas por el covid-19 en el país, la Amazonia y el Pacífico, sean lugares que siempre han tenido los peores sistemas de salud, donde viven, en su mayoría, indígenas y afros. Eso ratifica que no todos tenemos las mismas oportunidades”.
En su opinión, lo que ocurrió con Floyd en Estados Unidos debe llevarnos a que “algo tiene que cambiar en los liderazgos, el sistema económico y, especialmente, en la falta de empatía existente”.
Moreno, ingeniera industrial y académica, hace parte de distintas organizaciones internacionales, agrega que la falta de acceso “tiene color” y está relacionada con las etnias, “de ahí que lo que sucede debemos verlo como enfermedad de la sociedad”.
“En Buenaventura, Quibdó, Leticia y Tumaco hay comunidades que se mueren en la calle. En Timbiquí hay hoy una gran cantidad de personas con malaria, y mientras llega un avión para trasladarlas, por su mal sistema de salud, fallecen”, agrega.
“Debemos mirar los virus que tenemos y a quiénes estamos asfixiando. En el Pacífico colombiano, el 90 por ciento de la gente vive de la economía informal, ese es un virus”, dice.
Sabe, además, que lo más importante es luchar “con mejores herramientas contra el racismo estructural y que las oportunidades sean para todos”, termina.
OLGA LUCÍA MARTÍNEZ ANTE
CULTURA
EL TIEMPO