EL CENSO 2017 MOSTRARÁ LA NUEVA COLOMBIA

 

EL CENSO 2017 MOSTRARÁ LA NUEVA COLOMBIA

Un censo electrónico a tres millones de personas es la primera gran prueba piloto para el nuevo proceso censal en el país que deberá desarrollarse en 2017. ¿Qué tan cerca estamos de llegar a 50 millones?

En 2005, el país desarrolló su último censo, que arrojó muchas sorpresas: las más recordada de ellas, que no éramos 45 millones de colombianos sino apenas 41 millones; la migración y la caída en los ritmos de natalidad explicaban el fenómeno.

Once años después de aquella experiencia, el país emprende nuevamente la tarea de contar su población. El proceso arranca en forma la primera semana de marzo, con un primer piloto conocido como e-Censo: tres millones de personas serán convocadas para que respondan las preguntas del cuestionario censal. Esta es la actividad que significa el inicio del Censo 2017, que se desarrollará durante un periodo y no en una única jornada.

La apertura oficial del proceso genera preguntas a muchos: qué tan cerca vamos a quedar de los 50 millones de habitantes, cuáles son las nuevas dinámicas poblacionales del país y cómo están cambiando los hogares son apenas algunas de ellas.

Según las proyecciones que se realizan con base en las cifras de 2005, el país debería alcanzar los 50 millones de habitantes en algún momento de finales de 2018 y comienzos de 2019. Sin embargo, luego de una década, las proyecciones tienden a aumentar su margen de error: tendencias como el retorno de colombianos que vivieron en el extranjero, la llegada de ciudadanos de otros países como Venezuela y la caída en los índices de muertes violentas son variables que van a condicionar los resultados esta vez.

La meta, según el director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Mauricio Perfetti, es que el conteo de población se convierta en una actividad que articule todo el sistema estadístico del país para que los resultados no sean solo una fotografía de la población en un momento determinado, sino que permitan generar dinámicas estadísticas.

Esto significa, por ejemplo, que el Dane, además de articular muchos de sus estudios con el Censo, también generará “interoperatividad” con bases de datos como la de la Registraduría Nacional, las de impuestos territoriales y las de seguridad social (Pila), entre otras.

Justamente, el primer gran piloto de este enfoque será el e-Censo, censonet, censo electrónico o censo en línea que la entidad empezará a desarrollar en la primera semana de marzo, justo al cierre de esta edición: para hacerlo, contará con el acceso a la base de datos de la Registraduría Nacional, que le permitirá hacer la verificación de la información de quienes llenan el formulario vía internet. Se trata de que tres millones de personas respondan el cuestionario, lo que significará un desarrollo sin antecedentes en América Latina y el Caribe, explica Perfetti.

El uso de tecnologías de la información y las telecomunicaciones representa no solo reducir costos y acelerar la logística de recolección de datos, sino que originará una mejor dinámica en el flujo y almacenamiento de la información y la posibilidad de aplicar a la estadística nacional lo que los expertos conocen como Big Data: administración y gerencia de grandes bases de datos.

El experimento servirá para poner a prueba el enfoque de lo que llama migración hacia los “registros administrativos”. Se refiere a que el Censo entregará un conjunto de cifras sobre la situación demográfica y de vivienda en el país; sin embargo, se buscará que esta información se articule con muchas otras bases de datos para que el sistema estadístico adquiera una dinámica que permita reducir los márgenes de error: es claro, por ejemplo, que las proyecciones se vuelven más inexactas a medida que pasan más años desde la toma de las muestras censales. Para que eso no ocurra es necesario buscar maneras de actualizar la información con otras bases de datos.

Actualmente muchos alcaldes se quejan de que la población que tienen en sus territorios es mucho mayor de la que está proyectada oficialmente; así, las demandas de servicios de la población superan el volumen de recursos con que cuentan las entidades a través del Sistema General de Participaciones (SGP), que establece la cantidad de plata que el gobierno central les gira a los municipios para desarrollar sus políticas públicas. Con el nuevo censo se buscará que dichos problemas no ocurran, porque, por ejemplo, las proyecciones de población se podrán ajustar de acuerdo con los registros de otras bases de datos en los municipios, los departamentos o la nación.

PRIMEROS AVANCES

Luego de la e-censo se realizará un censo experimental en una población mediana, que todavía no ha sido definida; aun así, se espera que a finales de abril tenga lugar este proceso. Este censo experimental es un “laboratorio” a pequeña escala de lo que significará llenar los formularios visitando directamente los hogares. Si bien se utilizará internet para recaudar las respuestas de la población, es claro que todavía sigue siendo necesario que los funcionarios del Dane visiten las casas de los encuestados.

El cuestionario base ya se encuentra diseñado y allí se incluyen las preguntas obvias sobre asuntos demográficos y vivienda. El formulario también incluirá interrogantes sobre otros tópicos como, por ejemplo, micronegocios y actividad económica al interior del hogar y sobre el autorreconocimiento de género. “Queremos que este sea un censo incluyente”, enfatiza el funcionario.

Otra actividad que deberá ser adelantada este año es la consulta para definir las condiciones de participación de las comunidades indígenas, los raizales, los afrocolombianos, palenques y rom o gitanas.

La entidad ha venido realizando otras actividades que enriquecerán y facilitarán el cruce de información con los datos que arroje el estudio censal. Por ejemplo, ya tuvo lugar el recuento de edificaciones y viviendas. La investigación fue realizada en 1.013 poblaciones, que son las que cuentan con menos de 50.000 habitantes. Allí también se realizó un censo de equipamento urbano para establecer la disponibilidad de parques y en general de escenarios públicos, se cree que si los planes avanzan sin tropiezos, el censo tendrá lugar en 2017.

El país inicia un nuevo conteo de población. El objetivo es que las cifras no queden congeladas, sino que contribuyan para que el sistema estadístico adquiera dinamismo. Este es uno de los grandes proyectos del país para el posconflicto.

POR: ASOMECOS AFRO

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