‘EL RACISMO CAUSA POBREZA’
PASTOR MURILLO, QUIEN ABOGA POR LOS DERECHOS DE LOS AFRODESCENDIENTES EN LA ONU, DICE QUE EL 20% DE LA POBLACIÓN DEL PAÍS ES AFROCOLOMBIANA.
El 21 de marzo de 1960 en Sharpeville (Sudáfrica), en una manifestación pacífica contra las leyes de pase del apartheid murieron 69 personas por ataques de la autoridad. Seis años después, la Asamblea general de la ONU proclamó el día internacional de la eliminación de la discriminación racial. Con motivo de este día, El Espectador habló con el chocoano Pastor E. Murillo, miembro del comité para la eliminación de la discriminación de la ONU y el precursor del proyecto que estableció el Decenio Internacional de los Afrodescendientes que iniciará en 2015.
¿En qué consiste el Decenio Internacional para los Afrodescendientes?
Es una decisión que acaba de adoptar la Asamblea General de la ONU. Consiste en la oportunidad de profundizar los esfuerzos de toda la comunidad internacional en favor de los afrodescendientes. Esta idea se quiere tener en la agenda durante un tiempo sostenido, para que se lleven a cabo acciones que marquen diferencia en problemas estructurales que nos afectan. Se ha hecho con la niñez y con los indígenas y ahora es el turno de nosotros.
¿Cuál es la meta para 2025?
Profundizar los esfuerzos en torno al reconocimiento, la justicia y el desarrollo para los afrodescendientes.
¿En qué va la declaración sobre los derechos de los afrodescendientes?
Se está trabajando en la formulación del plan de acción que se va a seguir durante esta década. Esta semana, por convocatoria del gobierno de Brasil, se está desarrollando un reunión a nivel de gobiernos y sociedad civil, en la que se abordará la posición de América Latina con miras al plan de acción que deberá estar formulado en el mes de junio. En el mes de noviembre, en la Asamblea General de la ONU, se hará un acto solemne de proclamación del Decenio con participación de jefes de estado de muchos países.
¿Cuáles serán los puntos claves que contendrá el plan de acción?
Lo más importante son las acciones orientadas al conocimiento pleno de la población afrodescendiente y sobre todo orientadas a romper el vínculo que existe entre pobreza y racismo. El problema es estructural y tiene que ver con las consecuencias históricas de la esclavitud, que se ven reflejadas en la enorme brecha que en materia de educación, salud, participación política y empleo tienen los afrodescendientes.
La pobreza y la discriminación racial van de la mano. ¿Cuál de las dos se debe combatir primero?
No es un hecho casual, tiene que ver con un hecho histórico de discriminación estructural. El racismo es la causa y la consecuencia es la pobreza. Trabajamos para combatirlos simultáneamente.
¿Considera que quienes fueron elegidos en las últimas elecciones por circunscripción de negritudes a la Cámara representan a la población afrodescendiente?
Lo que ocurrió fue un raponazo a la circunscripción especial de poblaciones negras. Esta última es un mecanismo para que la población afrocolombiana como colectivo tenga la posibilidad de crear partidos políticos y acceder de manera preferencial al Congreso. Es una expresión de reconocimiento a una cultura.
¿Cómo medir el nivel de racismo?
A nivel internacional existen indicadores de racismo y discriminación estructural. Se establece cuál es el nivel de participación política, cuál es la esperanza de vida y los indicadores en materia de pobreza, educación y empleo. Además, existen encuestas de percepción sobre el problema.
¿Cómo evalúa el nivel de discriminación racial en Colombia?
Todavía no se ha establecido la práctica de medir cotidianamente cómo está evolucionando el fenómeno del racismo. Sin embargo, las conclusiones se pueden obtener teniendo en cuenta los indicadores que ayudan a medir el racismo a nivel estructural.
¿En qué ha mejorado Colombia respecto a este tema?
En la adopción de políticas públicas. Tenemos un marco legislativo amplio que contempla el reconocimiento de nuestros derechos en torno a la participación, al desarrollo autónomo, a sus recursos naturales y el sentimiento colectivo de la sociedad, que cada vez más rechaza los actos de discriminación racial. Hay mayor conciencia del problema y de la necesidad de combatirlo.
¿Y qué le falta?
El desafío sigue siendo enorme, sobre todo en lograr oportunidades en igualdad de trato y oportunidades para que el afrocolombiano pueda estar en el mismo punto de partida de cualquier otro individuo.
¿Qué país constituye un ejemplo de lucha contra el racismo?
El racismo afecta a todos los países del mundo sin excepción. Pero también es cierto que en todo el mundo hay ejemplos importantes de acciones elocuentes. Estados Unidos es un contrasentido, tan sólo hace 50 años se expidió la ley de derechos civiles que acabó con el régimen segregacionista, pero ya hay un presidente afroamericano y ha habido secretarios afrodescendientes.
POR EL ESPECTADOR