
El sábado 1 de julio 2023 a partir de las 10:00 am, contando con una gran asistencia de la comunidad negras, palenquera y mestiza, se realizó con gran éxito la Ceremonia de Ofrenda y Ritual espiritual de desagravio a Juana García en el marco de los «Saberes Ancestrales» de la Localidad de Santa Fe
Ceremonia que fue acompañada también por Sabedores Ancestrales internacionales .
JUANA GARCÍA
En el libro El Carnero de Juan Rodríguez Freyle (1859), el cronista describe a Juana como un personaje secundario dentro de la historia de una mujer blanca, que quería deshacerse de un hijo que esperaba y que no era de su marido, quien estaba de viaje, pero que volvía pronto en un barco que ya había llegado a Cartagena. Freyle la describe como una negra “hora y un poco voladora”, quien tenía dos hijas y había subido al Reino con Don Alonso Luis de Lugo. La protagonista del relato iba por un brebaje abortivo que Juana sabía preparar. Juana le pidió que no tomara esa decisión tan apresurada, mientras ella misma averiguaba si el hombre realmente venía en ese barco. Juana confirmó que la flota, efectivamente, había llegado a Cartagena, pero no había noticias sobre el marido de la comadre. Al contarle las nuevas, la mujer se afligió mucho y le pidió a Juana que le ayudara a quitarse el problema de encima. Entonces, Juana y sus hijas fueron a la casa de la comadre y en el lugar tomaron un lebrillo, un recipiente de barro, y lo llenaron de agua. Además de las cuatro mujeres, había tres vecinas de Juana que empezaron a cantar y bailar, la comadre tomó una vela, siguiendo todas las instrucciones dadas, y miró en el lebrillo. Vió a su esposo, en la isla de Santo Domingo, regalándole un vestido a otra mujer. Juana, por medio de una acción poco explicable a través de la lógica, logró cortar una manga del vestido de regalado y se la entregó a su comadre como muestra del engaño de su marido. Sin duda, para el escritor esa fue una maraña fantástica, pero inventada por el demonio.
Cuando el marido de la protagonista volvió de España y la mujer le mostró la manga del vestido, el hombre sorprendido y asustado corrió a informarle al obispo, quien era inquisidor del caso. Juana contó la los hechos tal y como pasaron. Como consecuencia ella y sus hijas fueron detenidas. La gente reaccionó y rogó que no las sentenciaran, pues el castigo era la hoguera. Los ruegos evitaron que las quemaran viva, pero no las salvaron del escarnio. A Juana la pusieron en el atrio de la iglesia de Santo Domingo, parada sobre un tablado y con una soga alrededor del cuello, sosteniendo una vela decía llorando: “todas, todas lo hicimos, y yo sola lo pago”. Juana también confesó que ella supo sobre el naufragio de la nave Capitana y la muerte de toda su tripulación porque ella voló hasta Bermuda, hoy el triángulo de las Bermudas, desde el cerro que está a las espaldas de nuestra Señora de Las Nieves. Es decir, el cerro que los bogotanos conocemos como Monserrate. Durante un tiempo, el cerro llevaría el nombre de Juana García. (Tomado por: por Laura Tatiana Peláez. Creado por Wix.com)
Por : Asomecos Afro