Xinia Navarro, la nueva jefa de esta secretaría, también habló del maltrato durante la vejez.
Xinia Navarro, abogada, magíster en Derecho Público de la Universidad Externado de Colombia y especialista en Derecho Penal de la Universidad Nacional y quien fue alcaldesa local de La Candelaria, concejal de Bogotá y viceministra encargada de Trabajo, es la nueva secretaria de Integración Social.Navarro habló con EL TIEMPO para explicar parte de su programa de gobierno.
¿Cómo encontró la casa?
La Secretaría de Integración Social tiene una presencia muy importante en la ciudad. Tenemos 708 unidades operativas y una planta de 10.000 personas que trabajan en distintas subdirecciones y direcciones. Todas ayudan a las poblaciones más necesitadas: adulto mayor, personas en condición de discapacidad, juventud, LGBTI, niñez. También manejamos el tema de comedores comunitarios y 16 subdirecciones territoriales, que son las entidades cercanas a los distintos barrios. Además, trabajamos la habitabilidad en la calle. El alcance es impresionante.¿Cuál es la estrategia que usted va a liderar para ayudar a los migrantes venezolanos?
Nosotros tenemos la gerencia de migrantes. Todo se articula desde allí. La oferta, eso sí, es interdisciplinaria. La última ola de migrantes es totalmente vulnerable, está absolutamente desarraigada.
Son personas que demandan todos los servicios sociales del Distrito y, obviamente, de la Nación. Vamos a trabajar para que no haya xenofobia. Para ellos y sus familias habrá ayuda humanitaria. También, proyectos para su reinserción laboral. En este momento tenemos 400.000 migrantes en Bogotá, que equivalen a los habitantes de localidades como Fontibón o Rafael Uribe Uribe. Tenemos que hacer respetar sus derechos fundamentales.
¿Qué va a hacer para evitar la mendicidad infantil?
Es clave decirle a la población que no hay niños habitantes de la calle, hay explotación infantil. El uso de los niños para pedir limosna o para cualquier otro tipo de oficio es ilegal, y lo hacen adultos inescrupulosos.
El Distrito cuenta con los centros Abrazar. Allí, sus vidas cambian. Llegan con sus cuerpos llenos de contaminación y hoy están limpios y bien alimentados.
Trabajaremos mucho en la búsqueda activa para detectar cuáles son los niños que pueden estar en riesgo de mendicidad y tratar por todos los medios que lleguen a nuestros servicios. Si son víctimas de violencia, activaremos todas las rutas para el restablecimiento de sus derechos.
¿Y con la explotación sexual de mujeres venezolanas?
Trabajamos de la mano con el secretario de Seguridad, Hugo Acero. Sabemos en dónde tenemos que intervenir. Uno de esos puntos es el barrio Santa Fe, de la localidad de Los Mártires. Allá tenemos centros de servicios sociales que nos pueden ayudar a acercarnos a estas personas y a que conozcan otras posibilidades de vida.
Sabemos que hay rivalidades que las ponen en peligro, y mientras más ayudas sociales reciban; mejor.Cada vez seremos más los viejos, ¿qué hay para ellos?
Hoy tenemos 55.000 niños atendidos en jardines infantiles, y la población que estamos atendiendo adulta mayor prácticamente es el doble, 110.000.
Hay que ubicar a esta población, hacer investigaciones de pobreza oculta, que no mide el Sisbén. Evitar que los maltraten o que vivan esta etapa de sus vidas solos.
Trabajaremos para que la ciudadanía denuncie el maltrato hacia el adulto mayor. La alcaldesa Claudia López quiere reeducar al adulto mayor para que puedan acceder a oficios en donde se sientan útiles.(Usted encontró una realidad más aterrizada sobre el número de habitantes de la calle en Bogotá. ¿Va a continuar con el programa Ángeles Azules?
Sí. La palabra ‘ángeles’ es hermosa, y creo que ya es una marca para la gente. No solamente van a continuar, sino que hay que fortalecerlos.
Muchos fueron habitantes de la calle y hoy están ayudando a otros. Cada habitante de la calle quiere y necesita un servicio distinto. Haremos esa discriminación para brindarles un mejor servicio, desde un simple baño hasta un proyecto de vida.¿Qué programas tiene usted para la diversidad?
Falta dar pasos importantes, visibilizar más sus derechos. Debe haber más oportunidades, más trabajo. Hay que luchar contra las diferentes formas de discriminación. Mujeres transexuales, gais, lesbianas la sufren día a día. Nosotros vamos a promover oportunidades reales.¿Cómo va la atención en los jardines infantiles?
Estamos haciendo todo lo que esté en nuestras manos para que la operación llegue al 100 por ciento.
Estamos haciendo la negociación y la suscripción de un convenio con las cajas de compensación, que son las que operan varios jardines infantiles en Bogotá y que son los que faltan por abrir. La idea es ampliar la cobertura y la calidad de los jardines.¿Qué hay para la población en condición de discapacidad?
Tenemos una lista de espera de más de 600 personas. Ellos necesitan de infraestructura para sus tratamientos. Nuestro primer reto es atender a 167 personas que salieron del ICBF y ahora requieren nuestro tratamiento.Y para la juventud…
Contamos con 12 casas de Juventud, queremos llegar a 20. Queremos quitárselos de las manos a las bandas criminales con estudio y oportunidades laborales y proyectos productivos.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
carmal@eltiempo.com@CarolMalaver