
LA LUCHA TIENE ETNIA Y GENERO
Ser mujer y ser mujer afrodescendiente, es automáticamente ponerte en una posición en la que debes luchar y entender que todo no es color de “rosa” para nosotras.
Desde niñas debemos batallar contra todo lo que aqueja a las mujeres en general y encima luchar por resistir desde todos los ámbitos en esta sociedad que busca hablar de bueno y malo, de bonito y feo, de decente e indecente; para darse el gusto de generar patrones de comportamiento y enriquecimiento. Patrones que crean estigmas, los cuales, terminan en discriminación.

El rechazo constante a lo que somos estéticamente, las barreras estructurales a nuestro desarrollo profesional y por consiguiente económico, los estereotipos sexuales e intelectuales y la invisibilización de nuestras líderesas entre otros factores; hoy nos dejan como tarea empoderarnos y sanar las fracturas del conocimiento de lo que somos. Buscando siempre unir a nuestro pueblo desde nuestros hogares, desde nuestras relaciones interpersonales, ya que somos referentes, somos mujeres afro que educamos y transmitimos la historia. La historia de nuestra realidad que nos invita a seguir luchando.
Hoy nos tomamos un día para conmemorar nuestras batallas diarias y recordar que la lucha es de todas, que debemos reconstruirnos de manera individual y colectiva, rompiendo además las barreras estructurales y de estereotipos que nos pretenden oprimir.
Por: Soraya Palacios