IDENTIDADES Y SABERES ANCESTRALES
“-A nosotros nos encadenaron el cuerpo- muy enojado, cantando-, ¡Ay que doloó!, a ellos el
alma, ¡Ay que tristeza!, y esos blancos con el alma encadenada, enloquecidos se pusieron a
rellenar ese hueco en el pecho con su oro y su petróleo, sus carros y sus televisores, y su música
sin magia; nosotros: los palenqueros y cimarrones, con las manos atadas, nos agarramos de lo
invisible y de la danza y el espíritu y el tambor, que es como otro corazón retumbando,
recordando como se oye el mismísimo ritmo de la vida. ¡Ni nunca perdimos! -proclamó-. Quién
no va a querer una moto de esas Kaguasagi y un par de quimbas blancas y un sombrero fino…
¿Quién no? -sarcástico-. pero la libertad, Jourgito, la verdadera libertad se pierde de muchas
maneras, y nosotros los negros ya sabemos de eso y los blancos también, ahora no hay cadena
de fierro, ni eslabón, ni candauo; hay corbata para el hombre y pa´ la mujé´, espejo; y para
todos, hambre, vea ve… ¡un hambre del alma que enferma y da a la gente desalmada ganas de
acabaá con este mundo!
Jorge Llano, 2015, p. 80
Ser afrodescendiente significa mucho más, significa que provienen de los africanos que fueron secuestrados, torturados, violados y asesinados durante siglos, traídos a América para ser esclavizados y trabajar sin descanso, construyendo las bases del nuevo continente.
La Ley 70 de 1993, la cual reconoce los derechos colectivos culturales de la población afrocolombiana, define a esta comunidad como “un conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana que posee una cultura propia, comparte una historia, y [que] tiene sus propias tradiciones y costumbres dentro de la relación campo-poblado, que revela y conserva conciencia de identidad que la distingue de otros grupos étnicos.
¿Qué es ser afrocolombiano?
Una pregunta que contestan muchos de los actores sociales que luchan por esta causa puesto que a partir de sus respuestas vislumbran objetivos, propuestas de concientización a las nuevas generaciones, el sentido que tiene para ellos ser colombiano, pero con la piel color ébano, además de todas aquellas cosas que se encuentran en su memoria, a través de la africanidad, la esclavización o la trata trasatlántica, el cimarronismo, la integración étnica, el renacimiento afro.
De esta manera, se indagan las respuestas de algunos movimientos, artículos y libros que se han preguntado sobre cómo definir qué es ser afrocolombiano – lo cual también es una muestra de un nuevo uso del lenguaje, y la introducción del multiculturalismo en Colombia.
Aunque sin obviar, que, para algunos en esa misma reflexión, se debe “renunciar a cualquier definición unívoca e invariable de la raza…incluso si constituye una valorización del status étnico, puede aparecer igualmente como un empobrecimiento de las categorías de identificación” (CUNIN E.., 2003:63) u otros conciban el término como un eufemismo.
Sin embargo, lo que se pretende tener en cuenta diferentes puntos de vista, pero no para seguir ahondando la brecha entre los llamados a esta causa sino de integrar una pequeña muestra y posible comienzo para divisar puntos en común de la población afro en su cosmovisión, memoria e importancia política puesto que este sería un escalón en el ascenso de un verdadero y fuerte colectivo afro y no un sin fin de atomizaciones y reuniones sociales.
«El ser afrocolombiano es uno de los valores fundamentales de nuestra identidad afrocolombiana, está integrado por dos categorías:
1) El cuerpo afrocolombiano
2) La espiritualidad afrocolombiana
Nuestra espiritualidad es profundamente africana y corresponde a la forma de ser que nos distingue de las poblaciones mestizas blancas e indígenas, y a nuestra cosmovisión o manera de percibir y pensar la vida. Nuestra espiritualidad es respetuosa del derecho a la vida, de los sentimientos de las personas, la solidaridad y la hospitalidad. La expresamos por medio de nuestra tradición oral, la musicalidad, la estética y la danza, la ritualidad, los gestos, los movimientos corporales y la apertura y alegría con que asumimos las relaciones de convivencia.
El cuerpo afro es el templo o la casa del ser afrocolombiano, es la principal seña o manifestación externa de la identidad africana. Las personas afrocolombianas tienen la responsabilidad de conocer, respetar y cuidar su cuerpo africano, conociendo, apreciando y embelleciendo el cabello y la piel africana, protegiendo la melanina, fuente de la pigmentación oscura y filtro protector, despojándose de todos los conceptos negativos impuestos por el español, en especial, del referente europeo de la belleza corporal…”
Según Barbara Igor en Misosoáfrica2
“El prefijo afro, es una directa referencia a la herencia africana que aún vive en la memoria colectiva de los descendientes, a través de los distintos saberes y prácticas, entiéndase con esto, la tradición oral, la memoria del cuerpo, que se manifiesta por medio de la danza, los gestos, las habilidades artísticas, musicales, los cantos, así como también, en la relación del descendiente africano con la naturaleza. “Es el pasado ancestral, elemento clave de su identidad étnica hoy”.
La designación “Afrocolombiano” surge ante la necesidad de un grupo de individuos de contar con una identidad construida a partir de elementos objetivos y/o subjetivos, implicando la resignificación de el ser negro, un reconocimiento de las raíces culturales tanto africanas como colombianas.”»El término afrocolombiano se utiliza para denominar a las personas de la raza negra que habitan en Colombia, descendientes de auqellos que fueron raptados de su África natal e importados como esclavos por los colonizadores españoles. Ganaron la libertad en 1851 tras la abolición de la esclavitud en Colombia.
Como Afrocolombianidad
» Es la representación étnica de una raza que desciende directamente de los negros africanos. Esta raza la cual entro a nuestro país por medio de los españoles, los cuales los trajeron como mano de obra para sus trabajos pesados; ya que nuestros indios no estaban acostumbrados a trabajos fuertes y pesados»
Según el libro Movimiento Social afrocolombiano, negro, raizal y palenquero5:
“…sujeto político descendiente de esclavizados africanos traídos al territorio que ahora es Colombia a través de la trata trasatlántica, en relación con los diferentes instrumentos y avances internacionales…”la categoría de afrocolombiano era la adaptación al contexto colombiano del concepto afroamericano elaborado inicialmente en Estados Unidos. Con esta noción se buscaba hacer un énfasis en la herencia africana como criterio de especificidad que marcaba las <<culturas negras>> en el continente americano”
O también de gran valor, la recopilación que hace la página web de Naciones Unidas – Derechos Humanos – Colombia – Afrodescendiente; para conmemorar el año internacional de los afrodescendientes en Colombia, ante la pregunta que nos atañe, aquí algunos de los ejemplos6:
“Es conocer mis raíces, saber de dónde vengo, para poder identificarme en el momento, en la situación en la que estoy y diferenciarme de las demás personas, y saber por qué actúo como actúo, ser una persona alegre, espontánea y conocer mi cultura y poder reivindicar mi identidad”
“Es considerarme parte de la Diáspora de la familia africana en el mundo y aunque estoy viviendo en otro continente y no he tenido la oportunidad de reencontrarme con mis ancestros hay algo que la historia ¿Qué es ser afrocolombiano? y otras culturas no ha podido deshacer que es auto reconocerme descendiente de africanos”
“Ser afrodescendiente tiene que ver con cuestiones filogenéticas, pero también supone una decisión identitaria que parte de un proceso de reflexión importante y que no solo abarca las cuestiones culturales que marcan de por si diferencias importantes”
“Ser afrodescendiente, corresponde a alguien que cuenta con un pasado, presente y futuro en la construcción de lo que es hoy la sociedad. El ser afrodescendiente es tener otra perspectiva de bienestar, basada en el trabajo colectivo más que en el individual. El ser afrodescendiente es saber que existen diversas formas de ver y transformar el mundo, lo cual se transforma en respeto hacia los demás”
“El ser afrodescendiente implica que nosotros somos parte de la diáspora de los negros que fueron traídos como esclavos a América, eso nos permite tener una descendencia desde África y de toda su cultura, su qué hacer y su dinámica…nosotras somos mujeres negras, unas del pacífico, otras del Caribe, otras de otros sitios, pero todas negras al fin y al cabo”
Ahora bien, de esta manera se puede ver que aunque sean actores pertenecientes a diversos movimientos sociales de población afro en Colombia tienen en común, el concebirse como sujetos parte del legado ancestral africano que tiene como característica verse así mismo parte de este continente por el reconocimiento del cuerpo – en su piel, su cabello – para otros por sus saberes y prácticas por medio de su música – su canto – , su baile, su gesticulación, su manera alegre y espontanea de ser, las dinámicas del acontecer cotidiano, en fin, el auto reconocerse como un personaje histórico y con raíces y ancestros específicos y distintos, para de esta manera, ser reconocido por otros a través de su proyección identitaria, en los márgenes de la nación colombiana.
Paralelamente, esta reivindicación está contenida en la memoria que tienen sus miembros, en cuanto la esclavitud de sus antepasados despojados de sus tierras, familias, costumbres y libertad de pensar y actuar en la trata transatlántica, la constante lucha que tuvieron que realizar para sobrepasar de alguna forma al yugo colonialista y crear palenques para la protección de los suyos en una tierra que los veía como foráneos con el cimarronaje; que solo reconoció su pertenencia y derecho siglos después de comenzada su lucha con la abolición de la esclavitud en 1851 y el reconocimiento de la multiculturalidad en la constitución de 1991. Pero lo anterior no debe confundirse con criticar y cargar de recriminaciones a todos los descendiente de sus opresores sino en cambio debe concebirse como punto de unión entre los miembros de los movimientos en contra de las élites y la mercantilización que manejan el Estado a su acomodo y beneficio “Las graves consecuencias económicas, sociales, culturales, educativas, políticas y espirituales que provocó la Institución de la Esclavitud, están vivas y activas dentro de la sociedad colombiana unidas a los desequilibrios, inseguridades e injusticias propios del modelo de desarrollo económico y social capitalista promovido por las élites dominantes…” que por consecuencia, desvincula y subvalora en gran medida a la población afro.
Y aunque por supuesto es importante concebir toda una conceptualización y marco ideológico en los movimientos sociales afro, lo importante no es pasarse el tiempo de acción en discusiones, sino acrecentar y unir los puntos que se tienen afín entre los miembros, como bien se dijo en la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas “Siempre existen individuos que prefieren llamarse Negros, hay otros que prefieren llamarse afrodescendiente. Sin embargo, independientemente de ambas concepciones, estas parten de un lugar común, somos descendientes de los africanos que fueron secuestrados en África y traídos como esclavizados a las Américas. Esta historia común nos hace hermanas y hermanos, esta es el comienzo de una larga línea de represión, invisibilización, de esclavización, pero también, una larga y poderosa historia de resistencias, de construcción de Nación y de elaboración de propuestas para una mejor sociedad”7
Bibliografía
5 WABGOU, Maguemati, RODRÍGUEZ, Jaime A., CASSIANI, Aiden J. y OSPINA, Juan A. Movimiento Social afrocolombiano, negro, raizal y palenquero. Universidad Nacional de Colombia. Instituto de Investigaciones Jurídico-Sociales Gerardo Molina- Unijus. Bogotá D.C., Colombia, agosto de 2012. 352 páginas.
– CUNIN, E. , Identidades a flor de piel. Lo «negro” entre apariencias y pertenencias: mestizaje y categorías raciales en Cartagena. Bogotá: IFEA – ICANH –