Hace más de cinco siglos,las montañas y sabanas de ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’, fueron inicialmente pobladas por los integrantes del pueblo Muisca, pertenecientes a la familia lingüística Chibcha. Se estima que a la llegada de los conquistadores españoles, había medio millón de indígenas de este grupo.
Los Muiscas ocupaban las tierras altas y las faldas templadas entre el macizo de Sumapaz en el suroeste y el nevado del Cocuy en el noreste, en una extensión de unos 25.000 km2 que abarcan la altiplanicie de lo que hoy conocemos como Bogotá, una pequeña región de Santander y parte de Boyacá.
En esta zona, la población Muisca estaba organizada en dos federaciones, cada una bajo el mando de un jefe: la zona suroccidental era dominada por el Zipa, cuyo centro estaba en Bacatá, actual Bogotá. La zona nororiental constituía el dominio del Zaque, cuyo centro era la región de Hunza, actual Tunja. Sin embargo, la población Muisca, a diferencia de la Tairona, no desarrolló grandes ciudades.
Los Muiscas, eran principalmente agricultores, conformaron una población dispersa que ocupaba numerosas y pequeñas aldeas y caseríos. Además, existían algunas tribus aisladas libres: la de Iraca o Sugamuxi, la de Tundama y la de Guanentá. Sus cultivos fueron principalmente el maíz, la papa, los fríjoles, las calabazas, los tomates, los cubios, la yuca, el tabaco, la arracacha, la batata, además diversas frutas y hortalizas. Esta vocación agrícola era acompañada por la caza y la pesca.
Los Muiscas para comercializar sus productos, de manera artesanal extraían sal y esmeraldas e intercambiaban con otras tribus algodón y oro.
Colonia y fundación de Bogotá
Con la llegada de los conquistadores españoles a la sabana de Bacatá, hoy Bogotá, su consigna fue fundar y poblar. Gonzalo Jiménez de Quesada resolvió crear un asentamiento urbano donde pudieran vivir en forma ordenada bajo un gobierno estable.
La ubicación de este asentamiento urbano se dio hacia el oriente de la enorme sabana, al pie de los cerros. Luego de ser hallado un poblado de Muiscas llamado Teusaquillo cerca de la residencia de recreo del Zipa, provisto de agua, leña, tierras para sembrar y resguardado de los vientos por los cerros de Monserrate y Guadalupe.
Aunque no existe acta de fundación de la ciudad, se ha aceptado como fecha de fundación el 6 de agosto de 1538. Según la tradición, aquel día el sacerdote fray Domingo de las Casas ofició la primera misa en una iglesia pajiza, levantada cerca de la actual catedral o del actual Parque de Santander.
Se dice que ese día la región recibió el nombre de Nuevo Reino de Granada y el poblado se llamó Santa Fe.
Alfredo Barón Leal, historiador del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, aseguró a Portal Bogotá que fue, “Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de la ciudad en 1538, quien le dio el nombre de Santa Fe, y fue en el siglo XVII cuando se empezó a decir Santa fe de Bogotá», una especie de nombre con apellido, esto para diferenciarla de otras ciudades del continente que también se llamaban Santa Fe.
“En 1819 el Congreso de Angostura le dio a Santa Fe el nombre de Bogotá, la capital, y al pueblo vecino lo llamó Funza, que antes se conocía como Santiago de Bogotá”, indicó Barón.
Y fue 1991 la Constitución designó como nombre Santa Fe de Bogotá, pero fue en el 2000 cuando una reforma constitucional estableció que solo se llamaría Bogotá. Desde hace 24 años, llamamos a nuestra ciudad, nuestra casa Bogotá.
Por: AsomecosAfro
